Borkum
Torre del agua y museo del agua
Antes de 1900, los isleños seguían extrayendo el agua potable e industrial directamente de pozos individuales o la recogían en forma de agua de lluvia en las llamadas cisternas, pero esto pronto dejó de ser suficiente. Por ello, las autoridades de la isla decidieron organizar un suministro de agua central y profesional para satisfacer la creciente demanda de agua potable debida al crecimiento demográfico y turístico. Además de la perforación de nuevos pozos y el tendido de una red de tuberías, se construyó una enorme torre de agua para garantizar una presión suficiente en toda la red de tuberías.
Durante más de seis décadas, la torre de agua de Borkum prestó un servicio fiable y desempeñó un papel fundamental en el suministro fluido de agua potable. Con el tiempo, sin embargo, el número de huéspedes y el consumo de agua siguieron aumentando y se construyeron cada vez más hoteles, clínicas y otros edificios nuevos. La presión generada por la torre de agua pronto dejó de ser suficiente, por lo que los servicios municipales decidieron cambiar a una tecnología de bombeo más moderna. Sin embargo, esta decisión también supuso el fin temporal de la torre de agua, que amenazó con deteriorarse en los años siguientes.
Los habitantes de la isla no podían quedarse de brazos cruzados y fundaron la asociación Watertoorn Börkum e.V., que luchó con éxito para salvar la torre. Tras una profunda renovación y remodelación, pronto se construirá aquí un museo del agua que permitirá a los visitantes conocer la polifacética historia del abastecimiento de agua en la isla del Mar del Norte.