Nix champagne, koane Schicki-Mickis...

...¡y sin besitos así somos! Así reza en el menú y así es: sencillamente rústico. En esta sinuosa posada, se entra en Baviera justo por la puerta. Y justo antes de la frontera con Baviera. Esto pide a gritos una Augustiner de barril - o si eso no es suficiente, puedes conseguir un barril de 20 litros para beber solo (o con amigos) y mucho ambiente acogedor bávaro. ¿Y para comer? También está disponible. Realmente sabrosa y abundante... y en raciones enormes. Y si prefieres disfrutar de la cerveza, el buey asado o el spaetzle sin los niños, no hay problema, tienen su propia mesa para clientes habituales.