Una mirada al pasado

Con la mano colocada en la frente para protegerse del sol, el Bruckmandl ha estado entronizado sobre el Danubio desde la Edad Media y mira hacia el sur. Este emblemático monumento te invita a disfrutar de la historia y las vistas panorámicas desde uno de los puentes más antiguos. Cuenta la leyenda que el maestro de obras de la catedral y el constructor del Puente de Piedra hicieron una apuesta sobre quién sería el primero en completar su obra. El constructor del puente solicitó la ayuda del diablo, a quien prometió las tres almas que cruzarían el puente primero. Pero el constructor quiso burlar al diablo y condujo a tres animales a través del puente. Esto enfureció tanto al diablo que quiso destruir el puente, pero solo pudo levantarlo. Llegados a este punto, es hoy el Bruckmandl.