Érfurt
Una auténtica fiesta para los ojos
El Krämerbrücke es sin duda una visita obligada para todo visitante de esta encantadora ciudad. Uno de los monumentos por excelencia y uno de los pocos puentes completamente construidos y habitados de Europa, es un auténtico regalo para la vista. Sólo el Ponte Vecchio de Florencia puede rivalizar con él en este aspecto, pero el Krämerbrücke tiene su propio encanto.
Un paseo por el puente le sumerge en un ambiente animado. Pequeñas tiendas individuales, galerías de arte y cafés se alinean a lo largo de la calle. Aquí no sólo encontrará las típicas baratijas para turistas, sino también cosas realmente bellas y únicas. Desde artesanía hecha a mano hasta especialidades locales de Turingia y algunas de las mejores creaciones de chocolate al norte del ecuador en Goldhelm Schokolade, aquí hay mucho que descubrir.
No se pierda la oportunidad de sentarse detrás del puente Krämerbrücke, a orillas del Gera. Esto es puro sentimiento de Erfurt y le proporcionará inolvidables momentos de relajación.