Los acantilados de creta de más de 70 millones de años de antigüedad se elevan majestuosos desde el mar Báltico y ofrecen un espectáculo natural a lo largo del camino de la orilla alta, que se acompaña de la diversidad de los antiguos bosques de hayas y la pradera de orquídeas. De camino al Königsstuhl, descubrirá paisajes de dunas vírgenes y disfrutará de una experiencia de baño de primera clase en el Schaabe de doce kilómetros de largo.

En lo alto, por encima de las copas de los árboles, te espera una aventura que no solo ampliará tu mirada, sino también tu corazón. En el Skywalk Scheidegg caminas con seguridad sobre una impresionante pasarela de rejillas y disfrutas de unas vistas incomparables. Diversión para toda la familia, donde incluso los más pequeños pueden descubrir la naturaleza desde una nueva perspectiva gracias a una construcción segura.

Brutal: cuenta la leyenda que el Königsstuhl debe su nombre al hecho de que los antiguos habitantes de Rügen elegían a sus reyes de una forma especial: el primero en escalar la poderosa, húmeda y resbaladiza roca de creta desde el lado del mar recibía la corona y, por tanto, el puesto en el Königsstuhl. Una carrera que a menudo acababa en ruina y muerte.