Místico y encantador, el bosque fantasmal se extiende a orillas del mar Báltico y confiere a este lugar un encanto especial que hechiza a cualquiera. Ya sea en bicicleta o a pie, este lugar mágico es de visita obligada si se encuentra en los alrededores. También hay varios senderos pequeños para llegar a la playa, desde donde se puede disfrutar de una maravillosa vista del bosque, justo al lado del mar.

Ligeras volutas de niebla flotan sobre el suelo cubierto de musgo, mientras que las formas nudosas de los árboles rodean un silencio casi espeluznante. El leve sonido de las olas cercanas acompaña el paisaje. Las caprichosas formaciones arbóreas, moldeadas por el viento y el clima, crean siluetas únicas que cobran vida al atardecer. Entre el mar y el bosque, descubrirás un mundo que oscila entre la realidad y la fantasía.

Camina a lo largo de los impresionantes acantilados, donde se unen el sonido del mar Báltico y el crujido de los misteriosos árboles del bosque fantasma. Siente la atmósfera única donde el viento y las olas dan forma a la costa y cuenta la historia de las fuerzas naturales que trabajan incansablemente.

Con sus aguas de suave pendiente, la playa es perfecta para niños y personas mayores. Además de la diversión de nadar, el bosque fantasma y los acantilados invitan a explorar. Para los más pequeños, hay mucho espacio para construir castillos de arena en la playa principal, mientras que el cercano puesto de fresas invita a fortalecerse con golosinas frescas.